domingo, 9 de diciembre de 2012

El Belén una tradición que se remonta al siglo XIII


En la Nochebuena de el año 1223, San Francisco de Asís, reunió a los vecinos de la villa italiana de Greccio en una ermita para celebrar la misa de medianoche alrededor de un pesebre, con la figura del niño Jesús, que él mismo había hecho con sus manos.


Allí cantaron alabanzas al misterio del nacimiento y cuentan que en el momento más solemne de la misa, aquella figura inmóvil adquirió vida, sonrío y extendió sus brazos hacia el santo.

A partir de ese día, san Francisco siguió incorporando figuras al portal siguiendo la lectura de los evangelios. Y esta historia, del Belén de la Navidad, llegó a España a mediados del siglo XVIII, cuando Carlos III de Borbón se convirtió en rey de España. Primero promovió la tradición de montar el pesebre entre la aristocracia española, pasando luego a convertirse en una práctica popular en toda España y América latina.

Hoy en día, la tradición de poner el Belén se mantiene en todos los países católicos. Se montan las figuras con piezas hechas de madera, plástico, metal, o incluso hielo (en los países nórdicos) donde se construyen enormes esculturas de hielo.

Este año, con motivo de la publicación del libro del papa Benedicto XVI, han surgido muchos comentarios sobre su escrito sobre el Belén. Mi consejo a todos es, que se lean bien el escrito, tanto del belén como el del origen de los Reyes magos y después que mediten bien sus palabras.

De todas formas el recuerdo del nacimiento debe estar en nuestro corazón intentando centrarnos estos días en el gran misterio De fe. Una vez dicho esto con mi mejor deseo, les ofrezco un pequeño modo de como les explico yo a mis niños, como fue esta historia.


LA NOCHE QUE NACIÓ JESÚS
-----------------------------------
Una orden de empadronamiento hizo que san José y la Virgen tuvieran que abandonar su casa de Nazaret y viajar a Belén.
Cuando llegaron después de un penoso camino María, subida embarazada casi a punto de dar a luz en una borriquita, y José, que iba andando a su lado cuidándola con mucho cariño, iban buscando posada para abrigarse del frío, pues su hijo iba a nacer, pero todo estaba ocupado, no había un lugar para ellos. Y el momento del nacimiento de Jesús se acercaba.


Como nos cuenta la historia, no había sitio en Belén, más una buena aldeana, sintió compasión de ellos y le ofreció un establo, donde nació, el niño Dios, rey de la tierra y el cielo.
Allí encontraron, un pesebre, unas pajas y algún útil de labranza y la mula que ellos llevaban también estaba cansada, y junto a un buey se arrimó a ver si se calentaba, así quedaron los dos, observando que pasaba,

La sorpresa llegó pronto cuando el establo se llenó de luz, y en una cama de heno, nació Un niño Divino, al que llamaron Jesús. Con dulzura angelical, le ha sonreído a María, mientras la mula y el buey, se acercaron sigilosos por ver lo que sucedía.

Se pusieron a su lado, pues de frío tiritaba, el rey de cielos y tierra. Pero nadie le ayudaba. Con su aliento y amor, dieron contentos el calor que al hijo de Dios le faltaba.

Pensando en este posible hecho san Francisco de Asís que era muy amigo de los animales hizo con sus manos unas figuras representando a estos dos que la tradición cuenta que fueron los primeros que ayudaron a Jesús a su llegada al mundo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer mi Blog!. Deja tu opinión aquí.