Tacoronte , tiene viña. Tiene también sus poetas.
Tiene su Cristo del alma, al que todo el mundo venera.
*Tiene la tranquilidad que yo siempre he deseado.
Por eso vine a vivir, a este rincón tan amado.
Pues me ha hecho revivir, momentos de mi pasado.
*Siento paz, siento armonía y aunque tengo soledad,
yo, siento cada mañana, cuando abro mi ventana,
la brisa del sol y el mar.
*Mas, esto no es lo mejor, es el son de las campanas
de la iglesia aquí cercana que ensancha mi corazón.
Torre de Santa Catalina, la patrona y capitana,
de esta ciudad pueblerina, de mente profunda y sana.
Cuando paso caminando, veo con gran ilusión
esas casitas canarias, de fachadas blanqueadas
colmadas de buganvillas, esa buganvilla en flor.
*En los momentos de ocio, yo me pongo en mi balcón
sentada en la mecedora y desde ahí veo yo
en pantalla panorámica, como una gran función
preciosos atardeceres, hermosas puestas de sol.
*Es tan gratificante, algo de tal dimensión
Que a veces hace que olvide, las penas del corazón.
*Y así simplemente sentada, contemplando le horizonte
se me llenan las retinas, de las bellezas divinas
del pueblo de Tacoronte.
María Ángeles López.
Yo conocí Tacoronte hace unos años... Todo lo que dices es verdad y, además tienes la suerte de ver como se va el sol por la mar adelante hacia eso que dicen que es América... donde decía Nino Bravo que Dios puso el edén y dejó una muestra - en Tacoronte -para los que se marean en barco. Un abrazo.
ResponderEliminarGarcias amigo José. Un afectuoso saludo.
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