Parados al por mayor,
Huyen ya en desbandada.
Hoy, como ayer, ¡Qué dolor!
Volvemos a las andadas.
Antonio Vergara.Hasta hace poco tiempo, España había sido un país de emigrantes. Gentes que buscaban sitios donde sobrevivir y a fuerza de muchas penalidades. Con mucho esfuerzo y trabajo, algunos incluso consiguieron triunfar. La mayoría emigraron por motivos económicos, pero muchos también salieron de España por razones políticas.
Algunos marcharon a países americanos. Allí llegaron canarios, tras grandes aventuras, ya que lo hacían en barcos de una forma penosa. Se fueron buscando trabajo y sus ahorros llegaban a las islas para sus familias, las cuales habían quedado atrás a la espera de los envíos que ellos pudieran hacerles que, en ocasiones, con el paso del tiempo iban invirtiéndolos en viviendas a las que muchos regresaron al cabo de muchos años.
Los jóvenes, mientras trabajaban, se casaron echando raíces familiares, motivos por los que ya no pudieron regresar. Otros han vuelto como los elefantes, a morir en su rinconcito querido.
Los españoles peninsulares, allá por los años sesenta, mayoritariamente se marchaban a países europeos. Gentes que emigraban temporalmente. Y otros que se amoldaron al país y formaron sus familias, pero siempre recordando su España con gran añoranza. Y una vez jubilados han regresado a ella.
Yo estuve a punto de emigrar a Suiza. Y aunque no lo hice a otra nación, sí lo hice a Canarias, donde me costó muchas lágrimas, pues, aunque la isla es bellísima, no me adaptaba al cambio y la lejanía.
Partir es morir un poco. Dejar atrás la familia, los amigos, el lugar donde has vivido. Tomar una decisión, poner un candado en tu puerta para abrir otra desconocida de la que aún no tenías llave. Tienes que lanzarte a una aventura que sólo la juventud y los deseos hacen que te sientas con fuerzas para abrazarte a ella. ¡La necesidad obliga!.
Pienso que esto se está repitiendo ahora en España. Por esta situación, tras años de 'vacas gordas'. Veo a parejas y, sobre todo, a jóvenes que han empezado a abandonar su propio país pues no les ofrecen garantías de vida. Hay un temor latente a volver a empezar.