martes, 3 de julio de 2012

Un edificio desaparecido

Ahí pasé los tres últimos años de mi estancia en Álora. ¡Qué gran ilusión me ha hecho ver esta foto! Sentimientos, recuerdos y muchas historias guardadas en ese edificio. No sólo de mi vida, sino de muchas compañeras que compartimos años de nuestras vivencias junto con la señorita Laura y sus compañeras.

Ahí, los coros y danzas de la sección femenina, dirigidos por Pepito Rosas, como entonces llamábamos a este gran perote que ya se marchó, ensayábamos. Historias de tantos otros que en ese mismo edificio dedicaron años a la enseñanza y educación de muchos niños. Y, según tengo entendido, también fue hospital.

Este lugar ya fue demolido para dejar un rincón más moderno. Hoy muchos han regresado con la nostalgia de los años, fuera de su pueblo, debido a la busca del trabajo que en él escaseaba y esperando encontrar sus raíces intactas.

Hombres y mujeres que peinan canas deseosos de ver esa fuente en que sus madres solían cargar el agua para sus casas aguardando turnos, a veces de horas, para llenar su cántaro mientras los niños correteaban jugando al aro... esos niños que hoy han encontrado el hueco, el vacío, el cambio, pero que aún conservan es sus recuerdos todo esto que les cuento.

Algo en cambio nos ha impresionado de forma muy agradable. El nuevo diseño de la plaza, la de la Despedía. Moderna y entrañable a la vez. Lugar donde en diferentes ocasiones reúnen a todos los perotes para celebrar sus mejores eventos.

En mis recuerdos de niña, están los tejeringos: mejor dicho, el olor que subía cada mañana por nuestras ventanas. Y que algunos domingos el propietario nos regalaba una gran rueda. Creo recordar que se apodaba 'Merengue'... Sí, creo que sí.

El estanco de los Infantes Parra, íntimos amigos de la señorita Laura, punto de reunión donde nuestros pretendientes acudían todas las tardes-noches con alguna guitarra para cantarnos.

La verdad es que recuerdo cada adoquín, cada rincón, cada voz de los arrieros, cabreros etc. a su paso por la calle Benito Suárez, cuando se dirigían hacia la calle Toro, camino de la estación, no sin antes pasarse por la fragua, la herrería o la fábrica del jabón.

Recuerdo el pozo de la familia Torres. Trini, Paquita Maribel, de donde sacábamos el agua para la limpieza del colegio. Recuerdo el toque de las campanas .Y siempre me he preguntado cómo podíamos dormir, ya que la torre estaba encima de nuestras cabezas.

Pero un verano, no recuerdo el año, cuando fui al pueblo de vacaciones encontré que este edificio cargado de historia había desaparecido como por arte de magia, como la placa conmemorativa que indicaba que ahí había estado la señorita Laura. Con ello, desapareció parte de mi historia.

10 comentarios:

  1. 02-07-2012 23:34:40 Jose dice:
    Entrañable artículo, Ángeles. Ante, a algunos allí, "nos enseñaron a llevar palabras de la mano". Sin aquellos Maestros de entonces, yo no sería lo que soy hoy.
    03-07-2012 00:36:27 Totero dice:
    Leyendo lo de tus campanas, recuerdo un amigo que vivía en pleno centro de Barcelona - lugar de todos los ruidos del mundo - que cuando iba de vacaciones al campo no podía dormir por culpa del silencio. Un abrazo amiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 03-07-2012 12:08:16 Maria Angeles Lopez dice:
      Ahora, en estos tiempo, en este mismo momento tengo el disfrute del mismo silencio en el lugar donde vivo,pero las campanas me pillan algo mas lejos. Es Divino. Un abrazo amigo Totero.

      03-07-2012 02:06:11 Maria Angeles Lopez dice:
      Amigo José así es, muchos fueron los niños que allí aprendieron. Seguro que tú nos podrías contar numerosos recuerdos de aquella época. Gracias por tu palabra.

      Eliminar
  2. 03-07-2012 00:36:21 JAG dice:
    Amiga Ángeles, hago mio esos recuerdos ya que ese lugar, esos escalones, ese rincón, la cruz con el olor de jazmines, la dama de noche con su penetrante olor. Son tantos los olores que se recuerdan y se perciben que hasta podemos retroceder en el tiempo en nuestra memoria y percepciones.
    03-07-2012 15:01:07 Marina dice:
    Para mi la , Plaza Baja, yo la llamare siempre así porque no puedo entender esa manía que tienen algunas veces los dirigentes políticos de cambiar el nombre de plazas, calles.....de quitar placas e intentar cambiar la historia , por qué?. Que foto más bonita, que sencilla era la Plaza Baja. Pienso que el uso, la historia, las vivencias no desaparecen nunca, quedan en el recuerdo, gracias Angeles por difundir en tu articulo parte de la historia y patrimonio de nuestro pueblo

    03-07-2012 13:49:16 Miguel dice:
    Mari Angeles comparto tu nostalgia porque yo tambien me crié en la plaza baja, y cuando veo algunos arreglos aunque sean para mejor, no puedo dejar de olvidar aquella plaza con su verja de hierro en la higlesia, la cruz de madera al lado y su fuente llena de cantaros. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 03-07-2012 16:07:56 Maria Angeles Lopez dice:
      .Gracias a ti, Marina, para mi, además de un honor, es una terapia. Sabes lo nostálgica que soy. Y estos recuerdo me dan "vidilla", Un abrazo muy fuerte.

      03-07-2012 15:56:22 Maria Angeles Lopez dice:
      AMIGO MIGUEL. GRACIAS POR SU COMENTARIO. SÉ QUE TODOS LOS NIÑOS DE ENTONCES QUE HOY LEAN ESTA OPINIÓN, DE LA ABUELA QUE COMPARTIÓ UN LUGAR TAN ENTRAÑABLE DESFRUTARÁN UNOS MINUTOS DE AÑORANZA. UN ABRAZO.

      03-07-2012 15:50:39 Maria Angeles Lopez dice:
      TE COMPRENDO AMIGO. ESTOS AÑOS DE NIÑEZ Y JUVENTUD SON UN TESORO EN NUESTRA HISTORIAR AL RECORDARLO LO VOLVEMOS A VIVIR HACIÉNDOLOS PRESENTES. ME ALEGRO DE ELLO GRACIAS POR TU COMENTARIO Y UN ABRAZO. AMIGO JAG.

      Eliminar
  3. 03-07-2012 23:05:01 paquita martin mancera dice:
    Nostalgia, recuerdos,revivir el pasado,la niñez y juventud que pasamos en ese rinconcito de la plaza baja,es lo que nos traes hoy en tu escrito,amiga y compañera .Esa plaza,la fuente y la cruz de los caidos ,si mal no recuerdo, habia un jazmin y cojiamos un platito de sus flores para ponerlo en el altar.Calle Benito Suarez,donde todas las mañanas, pasaban una piara de cabras y nos dejaban su regalito en las puertas de los vecinos .Paca ,Trini, la del estanco y tambien un par de niñas ,a cojer el cubo de agua y la escoba y a limpiar;como el colegio daba a los dos lados ,limpiamos el doble, pero no importaba,porque podiamos estar un ratito fuera.Los tejeringos en el rinconcito,que ricos,con carbon de piedra que recogia en las vias del tren ,caidas de alguna vagoneta.A veces ,el buen hombre ,nos daba una ruedecita ,enganchada en un junco y no te quemes, nos sabia a gloria bendita.Las campanas ni nos molestaban, la costumbre.Cuando era verano,en la habitación de la costura habia una pequeña puerta que daba al torreón y se abria para que entrara el fresquito,a la hora del Angelus,estabamos pendientes ,porque algun monaguillo nos tiraba papelitos escritos con tonterias y nosotras con disimulo ,lo cojiamos para reirnos ,cosas de chiquillas 12 o13 años ,no mas.Ahora lo que dariamos por volver a escuchar serenatas ,el toque del Angelus y tantas cosas que nos vuelven a la niñez.Gracias Angeles por los bonitos recuerdos que aún anidan en nuestros corazones.Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 04-07-2012 00:39:02 Maria Angeles Lopez dice:
      Has confirmado todo lo que he contado. Gracias. Un aplauso.

      Eliminar
  4. 05-07-2012 15:46:32 Isabel Mayo Macias dice:
    Querida Angeles:Cada articulo que vas poniendo en este periodico,lo voy leyendo con mucho interes y a veces admiro la gran capacidas que posees para ver que los tiempos malos fueron buenos lo triste alegre en definitiva ser positivas para que ver todo oscuro?no es bueno pero...los tiempos no daban para mucho

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 05-07-2012 16:46:28 Maria Angeles Lopez dice:
      Querida amiga Isabel. "Todo es según como se mire". Se, que eran tiempos muy difíciles, pero ese precisamente es el ingrediente que le dio la grandeza de la que hablo. No se puede pedir más como tu, dices. Gracias por compartir tu sincera opinión. Un fuerte abrazo

      Eliminar
  5. 13-07-2012 21:40:20 Ignacio Marquez dice:
    Angeles, que bonitos recuerdos de ese rincón y de la plaza baja pues yo también inicie en el mis primeros pasos en la lectura con D. José Becerra, fue mi primer colegio ¡Que tiempos! con el trozo de queso y la leche en polvo batida en un gran barreño, nos sabia a gloria. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 15-07-2012 03:09:25 Maria Angeles Lopez dice:
      Gracias estimado amigo Ignacio. ¡Si los muros de ese campanario hablaran!. Que tesón el de estos profesores, ellos los que pusieron la base de este futuro el nuestro, el de tantos perotes que ahora nos embelesamos en el recuerdo. Y si, que son bonitos. Un abrazo.

      Eliminar

Muchas gracias por leer mi Blog!. Deja tu opinión aquí.