El gato Raimundo, estaba aburrido queriendo cazar.
Se subió al tejado, se puso a dormir y creyó soñar
con un lindo ratón que estaba perdido por ese lugar.
Y el gato goloso nada más verlo lo quiso alcanzar.
¡Ratoncito lindo, ven que quiero jugar contigo!.
¡Ven.... y no tengas miedo, seremos buenos amigos!
¡ Ven y verás lo que tengo, encima de mi sillón!.
Un gran ovillo de lana y un precioso almohadón
y varias bolas de queso, de diferentes sabores
que guardo en mi despensa, para los amigos mejores.
¡Ven a merendar conmigo, y no temas nada de mí,
Pues eres el mejor amigo de todos los roedores!.
El ratón que no sabía de sus malas intenciones,
muy feliz y muy contento saltó hacia los sillones.
Más vio de pronto a Raimundo, corriendo desesperado
que se podía matar si caía del tejado
Ratoncito lo despierta y le advierte del peligro.
Raimundo no lo comprende. Se lo quería comer
y el corrió a salvarlo, dándose cuenta al momento
Que ese acto de Ratón, le ha enseñado hoy,
¡Lo que es, un buen amigo!.
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