jueves, 18 de abril de 2013

La risa se oyó en el bosque.

(Cuento dedicado a mi nieto Martín en su cumple)



Varias ardillas corrían,
huyendo despavoridas
y en el camino encontraron,
a otros muchos animales,
que lo hacían en estampida.

Unas máquinas entraron
al bosque de madrugada
Y empezaron a cortar
esos árboles preciosos
De forma muy despiadada.

Milke, la ardilla mayor,
la abuela de la familia,
lloraba con gran temor,
recogiendo la semilla
Que con trabajo y tesón,
guardaba en su buhardilla.

Se escondieron tras las rocas,
Para ver lo que pasaba,
todas temblando de miedo
porque aquel gran artefacto,
destruía su morada.

Mas de pronto percibieron,
aleteos de unas hadas
cual luciérnagas de luces
que volaban muy agitadas.

¡ Eran súper pequeñitas,
eran brillantes, doradas !
Y posándose en el tronco,
donde el leñador cortaba,
Le gritaron al oído,
diciéndole estas palabras:
¡ Deja en paz a las ardillas,
ellas no te han hecho nada!.
¡Deja que sean felices,
no les rompas su morada!.

< yo no sé que más dijeron,
yo no sé cuál fue su maña,
solo sé que el talador,
dejando el bosque tranquilo.
se retiró a su cabaña.

En el bosque desde entonces. felices
Volvió a nacer la esperanza.
Las risas se oían desde lejos
y las alegres carcajadas.
Las ardillas muy felices
agradecían a las hadas>.

Aquí, termina mi cuento,
como manda el reglamento.
Ellas fueron muy felices.
Las risas se oyeron en el bosque,
Y no hubo más tormento.
María Ángeles López.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer mi Blog!. Deja tu opinión aquí.