Al leer la página de la diócesis de Málaga, referente al cierre de la fase diocesana de beatificación y de canonización del Cardenal Herrera Oria, he sentido la necesidad de comentar los recuerdos que conservo de él. Desde muy niña me han contado su vida varias veces. En aquellos tiempos me llamó la atención que se dedicara al sacerdocio en una edad ya adulta, después de ejercer varios cargos en lugares y periódicos, durante unos años.
Siempre vi que los niños entraban al seminario a edades muy tempranas. Él, que tenía una trayectoria como periodista muy importante y ocupó cargos muy relevantes, sintió el "Ven y sígueme" del Maestro y, sin dudarlo, dejó todo para marcharse a estudiar y prepararse para el sacerdocio. Supe que era hijo de una familia muy numerosa, ocupando el número 13 de quince hermanos. Su familia era de buena posición.
En la página a la que hice referencia al principio pude conocer más detalles su biografía, pero yo no soy la persona más adecuada para escribirla. Sí quiero resaltar lo que nosotras vivimos a partir de 1956 siendo obispo de Málaga.
Por mi situación de interna en el colegio de Flores, recuerdo varias visitas suyas a Álora. Siempre fue muy cariñoso con nosotras, 'las niñas de la señorita Laura'. Aún conservo algunas fotos donde aparecemos junto a él. También cuando fue a poner la primera piedra para la restauración de dicho convento, que dedicó como centro donde se impartían los estudios del magisterio rural.
Tengo un recuerdo muy claro de cómo se preocupó por paliar las carencias de todo tipo en los campos de la provincia. Fui una de las beneficiadas de su obra. Viví lo que hizo allí, en aquellos campos malagueños.
Él creó la fundación diocesana Santa María de la Victoria, 270 escuelas-capillas rurales en la década de los 60. El objetivo de esas escuelas rurales era alfabetizar tanto a niños como a mayores.
Su principal fin era la evangelización. Para ello tuvo que preparar un magisterio rural con estudios especiales. No se trataba sólo de que tuvieran escolarización, sino el conocimiento del evangelio. Por tanto, los profesores que hacían esta carrera tenían que sentir verdadera vocación, casi misionera.
Se dio el caso de que había profesoras muy jóvenes que se instalaron en esas escuelas (preparadas para la ocasión) que son dignas de mención, pues fueron verdaderas heroínas de la época. No había carreteras. Los traslados eran en burros por veredas y cuestas, cruzando el río... Hoy, todos los que tuvieron esa oportunidad de aprender en aquellos años lo recordamos pensando el bien que hizo.
Los seminaristas mayores colaboraban en sus periodos de vacaciones y más tarde -ya sacerdotes- dando misiones por esos campos y escuelas. Algunos de ellos pasaron por la parroquia de la Encarnación de Álora ejerciendo una labor ejemplar, como Francisco Ruiz Salinas, Sebastián Díaz Sánchez -que fallecieron recientemente- y otros muchos. Contribuyeron al resurgir de los campos, que salieron de su abandono para incorporarse a la sociedad.
Si la iglesia lo lleva a los altares, muy bien. Para mí ha sido un privilegio conocerlo. Y me gusta que sus virtudes sean un referente para esta parte de la sociedad actual, a la que tan lejanos le quedan estos hechos.
Un santo no es más -ni menos- que una persona que se entrega a Dios y a los hermanos, en su caminar por el mundo con el solo deseo de aportar su granito de arena para el bien, social y espiritual. En tres palabras, ¡gente de bien!
29-01-2011 11:41:28 Maria angeles Lopez dice:
ResponderEliminarPaco Lucas. Solo decirte: Gracias por tu comentario y que mis articulos no tienen otra ciencia que compartir lo que la vida ha puesto en mi camino, para que todos los que gusten lo disfruten. Un abrazo.
29-01-2011 08:46:12 Paco lucas dice:
Felicidades Ángeles por la PASIÓN y DEVOCIÓN que pones en todo lo que emprendes. Eres una de las perotas con las ideas más claras que conozco. Tienes la virtud -poco usual en nuestro tiempo- del agradecimiento, demuestras pues que eres bien nacida y bien criada. Seguro que dentro de muchos años en la eternidad estarás cerca de don Ángel y de la Señorita LAURA, tan querida por todos. Un gran abrazo
28-01-2011 14:30:11 M. Angeles.lopez dice:
Jose Mª Hidalgo. He cometido un fallo al no poner tu nombre. Sé perfectamente que Nati es tu hermana. Disculpa.
28-01-2011 14:26:04 Maria angeles Lopez dice:
Amigo Jose Luis. Estas personas de vocación "tardía" suelen causar - creo yo - mayor impacto ante la cuestión de que ya saben a que van. Este fué el caso del cardenal Herrera Oria. Y como dices y reitero: Ejemplo a imitar.Un afectuoso saludo.
28-01-2011 14:20:46 M. Angeles.lopez dice:
Estimados amigos. José, Es cierto lo que dices, aunque Diós ha favorecido a Málaga con muchas otras personas de este talante. Doy fe de ello. Hace muy poco me enteré de que Nati y tu erais hermanos. Fué precisamente después de enviar este árticulo. No estés triste. Dios la ha elegido y ella lo dejó aqui su testimoniocomo modelo de entrega. ¡Siéntete muy orgulloso!. Tienes allá una intercesora ante Dios. Es mi firme creencia. Un abrazo.
28-01-2011 01:06:51 Jose Luis Delgado dice:
Personas como él honran a la Iglesia: primero la experiencia personal de la vida, luego, la dedicación exclusiva a Dios y a los niños: un ejemplo a imitar y admirar. Un abrazo, Angeles.
27-01-2011 21:54:47 J.M. Hidalgo dice:
Mi hermana Natividad - Nati - fue una de esas primeras maestras rurales. Arroyo Corrales, Albaicín o Villanueva de Algaidas, fueron sus destinos a los que solo gente con fe y amor en los demás -como ella tenía - se prestaban a ir. Como siempre pasa con los mejores, la muerte le sorprendió temprano en forma de accidente de tráfico, cuando iba a ser destinada a una nueva escuela. Hoy ya casi nadie recuerda a aquellos pioneros, excepto tú. Gracias y un abrazo
27-01-2011 20:42:35 Jose dice:
Ha sido, probablemente, con Fray Alonso de Santo Tomás, el mejor obispo de los que han pasado por la diócesis de Málaga.