martes, 17 de abril de 2012

La valiosa vocación de docente

25-06-2011 12:02





En estas fechas en las que finaliza el curso quiero agradecer a todos los profesores/as la labor que han desempeñado con todos estos niños entre los que se encuentran mis nietos. Dentro de 50 años, con el tiempo, es muy posible que no queden ni estatuillas ni estampas dedicadas a vuestros recuerdos. En cambio, quedarán personas formadas por esa enseñanza que habéis sido capaces de transmitir a tantos alumnos que han pasado por las aulas del centro.

La mayor suerte que la vida nos puede dar es tener unos buenos maestros -dejando aparte el seno familiar, cuya influencia está sujeta a condiciones muy especiales-.

La figura del profesor es la que se erige en verdadero moldeador de los gustos y caracteres del alumno. Ellos, mientras los padres trabajan, cuidan de sus hijos educándolos. Y esto es lo que va dando consistencia a la formación de la figura de cada uno en lo que será su vida en un futuro.

La carrera de los enseñantes debe ser un oficio vocacional. ¿Cuántos de nosotros no tenemos un recuerdo de aquel profesor/a entrañable que con un consejo, frase o actitud, influyeron en nuestra decisión, que nos ayudó en la vida con sólo recordarlos?

Pongo mi propio ejemplo: guardo de mi estancia en Álora mi pueblo, un gran agradecimiento a mi profesor Diego Borrego Cózar. A los 18 años tuve la oportunidad de empezar mi bachiller. Cuando me pusieron en la clase de los de ingreso me sentí perdida. Estudié con niños de 12 años. El complejo de inferioridad era tremendo. Me sentía incapaz y, gracias a mi profesor por su comprensión y trato exquisito, pude superar este problema y llegar a completar los estudios.

Hay jóvenes que a la hora de elegir estudios se acercan al magisterio por circunstancias ajenas a su persona. Ha habido una cantidad de trabas que han obligado a los estudiantes a matricularse en una carrera al azar, no buscada por vocación, teniendo unas consecuencias negativas a la hora de impartirlas.

Me coloco en las dos partes. Tengo muchos niños en mi familia, a los que hay que preparar y educar para un futuro que se les presenta complicado. ¿En qué manos se encuentran? También hay varios miembros de mi familia que pertenecen a la docencia.

Por tanto, no soy crítica más que con la entidad competente, pues creo que es ella la que tiene el poder de seleccionar y el deber de coordinar y encauzar estos estudios de tal forma que mantengamos el equilibrio entre enseñantes y alumnos que en su momento no tuvieron la oportunidad de estudiar lo que verdaderamente les convenía vocacionalmente.

Como soy de cierta edad y he vivido otras etapas, he podido conocer -como les he contado- a personas dedicadas al oficio de enseñar, se implicaban muchísimo en ayudar al alumno, de tal forma que se convertían en su amigo, psicólogo a veces, y hasta consejero espiritual. Eso hoy no entra en un solo salario y menos si el gobierno sigue haciendo recortes.

Este es un tema preocupante. Nuestros maestros tenían menos incentivos económicos pero una moral muy grande. Las costumbres socioculturales no son las mismas. Y quizás sea yo la que no ha progresado adecuadamente pero así lo siento y así lo escribo.

1 comentario:

  1. 01-07-2011 20:29:16 Diego Borrego dice:
    Hola Ángeles, soy Diego. Te agradezco enormemente la mención que me haces en tu elogioso artículo dedicado a la docencia. Me ha hecho mucha ilusión recordar aquellos primeros años en los que me dediqué a esta labor con tanta vocación y que nunca he perdido a lo largo de toda mi carrera como maestro. Un fuerte abrazo.

    26-06-2011 01:20:43 Maria angeles Lopez dice:
    Sí, así es. Diego es de los que tabajó por vocación. Ademas tenía muchas cualidades. Y según he podido comprobar las conserva muy bien. Un afectuoso saludo josé.

    25-06-2011 22:57:16 Jose dice:
    Citas en tu artículo a una de las personas más buenas y generosas que he conocido. Tuve la enorme suerte de trabajar a su lado...

    25-06-2011 20:00:42 Maria angeles Lopez dice:
    Asíe es. Ahora el maestro tiene su sueldo y sus beneficios económicos. Pero la vida cada véz les exige más. Y el que sea maestro por vocación se sentira más feliz que el que ha llegado por otros motivos. Esta es mi exposición. Muchas gracias. Un afectuoso saludo. Amigo Totero.

    25-06-2011 17:15:35 Maria angeles Lopez dice:
    Estimado José Luis. Gracias por tu comentario. Como sorpresa te pido que abras el video y cuando veas al que pudiera ser el "futuro presidente" te diré que es mi nieto Martin. Este es el colegio donde estudian el y su hermano Alonso que tambien aparece pero es mas dificil que lo veas. Desde Tenerife mi más afectuoso saludo.

    25-06-2011 16:49:00 Totero dice:
    Querida María Ángeles: Ya sabes aquello tristemente cierto de "Pasas más hambre que un maestro de escuela". Sin embargo el verdadero maestro piensa que serlo es una de las cosas más maravillosas que le pueden suceder y si encima le pagan... De eso ha abusado siempre el poder. Un abrazo

    25-06-2011 14:13:46 JOSE LUIS DELGADO ROSA dice:
    Amiga Angeles. Pertenezco a una familia de docentes, ya que por parte materna mi tía y su madre lo eran, además de mi esposa y hasta yo mismo lo soy aunque sin ejercer. Siempre consideré a los maestros como los segundos padres y a la escuela como la continuación de nuestro propio hogar. ¿Quén de nosotros no vive eternamente "enamorado" de su primera maestra atesorando los mejores recuerdos de su infancia los vividos en el aula? Excelente tu concepto de los maestros, la sociedad y el Estado tienen y tendrán siempre una deuda real de consideración afectiva y justa remuneración monetaria con éstos verdaderos "escultores de vidas". Desde estas gardelianas tierras, recibe un abrazo.

    ResponderEliminar

Muchas gracias por leer mi Blog!. Deja tu opinión aquí.