"Los que vienen detrás de nosotros, nuestros hijos, no van a ser ni padres ni abuelos". Lo comentaba entre unos amigos un señor decepcionado por el fracaso matrimonial de hoy en día. Un abuelo, del que no diré el nombre, que ha tenido la mala suerte de ver a sus hijos separados en su matrimonio. La separación ha creado muchos problemas.
¿Qué pasa ahora? Él y su esposa se encuentran que tienen de nuevo en casa a unos niños, sus nietos de 7 y 10 años. Al separarse sus padres, las cosas han cambiado, los problemas se han multiplicado en el hogar y esa nueva situación ha sido para estos niños muy dura y sólo encuentran consuelo en sus abuelos.
Por otra parte, este señor dice: "Mis hijos se están perdiendo la paternidad y se van a perder también la alegría de ser abuelos, al no tener casi trato con los que ellos han traído al mundo".
Y usted. ¿Qué piensa de todo esto que está pasando? -le pregunto-.
Según él: "A esta parte de la sociedad la está manteniendo el amor de sus mayores".
En una ocasión, el papa Benedicto XVI recomendaba: "Que los abuelos vuelvan a ser una presencia viva en la familia, en la iglesia y en la sociedad". Y aseguró que desde su experiencia se puede afrontar la crisis que atraviesan las familias, y quizás también la crisis económica que nos afecta.
Los abuelos de ahora aún tenemos muy presente cómo se las arreglaban nuestros padres en aquellos tiempos de tanta pobreza. Aprendimos a no derrochar, a saber hacer muchas cosas que servían de ahorro en la familia, reciclábamos todo lo habido y por haber. La economía, con el transcurrir de los años, se fue mejorando y llegaron aires nuevos y no nos hemos dado cuenta de que esto podía cambiar, como al final ha sucedido.
Conozco a muchas de estas personas que tienen una situación muy precaria. A veces sólo disponen de una paga no contributiva que es el recurso de la familia al completo. Hijos y nietos, ya que el paro está causando estragos incalculables.
Siempre están los abuelos. Ellos han compartido continuamente con los hijos y nietos pero, en forma de regalos. Ahora lo tienen que hacer en forma de alimentos, ayudas para poder seguir viviendo.
Otro ejemplo que nos hace ver hasta dónde llega esta crisis es que ancianos, que estaban internados en centros, han sido sacados de los mismos por sus familias para con su paga poder alimentarse todos. Lo digo con conocimiento de causa.
Pues, ahí están ellos. ¿Que harían estas familias sin sus mayores?
Hoy, próximos a estas fechas tan entrañables en todos los sentidos -religioso, de encuentros familiares, de compartir, regalar...- puede ser el momento de recapacitar y agradecer con infinito cariño a Dios que aún alberguemos esa suerte de tenerlos entre nosotros.
Pensemos que lo mejor en estas navidades es que estén sentados a nuestro lado.
A todos los que tengan la suerte de que sus abuelos aún estén vivos. ¡Disfruten de su compañía! Que no se sientan solos. Ellos nos enseñan lo positivo de la vida. Son la despensa del amor.
22-12-2010 10:24:51 Totero dice:
ResponderEliminarMuchas gracias por la parte que me toca, pero los abuelos - en general- se usan como los cleenex, solo cuando hacen falta... Nuestra sociedad fomenta el culto a la juventud y salvo contadas excepciones, los abuelos son un lastre. Ya sabes, la vida pasa por ciclos y ahora toca este...Un abrazo
22-12-2010 04:33:58 Jose Luis Delgado dice:
Tierno y realista todo lo que nos regalas en tu artículo, amiga Mari Angeles. ¡Si supieran los padres las heridas ireversibles que causan en sus hijos sus actitudes incontroladamente egoístas!; discusiones, peleas y separaciones crean en los corazoncitos de esas inocentes criaturas un cultivo fértil para ser ellos de adultos seres resentidos y descreídos del amor al semejante y hacia ellos mismos. ¿Por qué vemos tanta droga en la adolescencia actual?, la respuesta es obvia: ese muchacho que recurre a los estimulantes, seguramente tiene una falencia de valores creada en el seno de su familia y que trata de canalizar en el "suicidio de la adicción". Por otro lado los abuelos, ellos siempre están como nuestros incondicionales salvadores; debemos dar gracias a Dios que con su sabiduría los colocó en nuestras vidas para hacer por sus nietos lo que nadie haría por ellos... Estos "eternos padres" en ocasiones han sostenido nuestras manecitas, pero nuestros corazones para siempre. Desde Argentina recibe un abrazo.
21-12-2010 23:25:52 Jose dice:
Amiga Ángeles: el problema que denuncias en el artículo se ha convertido en algo normal y los abuelos que hace unos años "estorbaban" ahora son imprescindibles para subsistir. ¿Dónde se habrán metido los que pretendían cargarse a la familia?