Los cristianos celebramos todos los años la Semana Santa. Donde conmemoramos la pasión y muerte de Jesús de Nazaret. Esta semana emprende un camino que va desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección. El domingo de Ramos, día de festividad alegre cuando solemos portar palmas y ramas de olivos entonando, bendito el que viene en el nombre del Señor hosanna, hosanna. Los niños disfrutan esta conmemoración con mucho regocijo.
El pueblo se alegra con estas fiestas. Salen procesiones con imágenes que nos hacen recordar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a lomo de una borriquilla en este día que -aunque de una forma humilde- se presentó ante el pueblo aclamado como Rey.
Siempre recordando mi pueblo, Álora, y mi estancia en el convento de Flores, donde se encuentra esta imagen de Jesús subido en la borriquita a la que llamamos todos la Pollinica, recuerdo el cariño que le teníamos; tanto, que aunque no venga al caso les voy a contar una anécdota que vivió una de mis compañeras.
Creo que saben cómo eran esos tiempos de pobreza. Pues bien, mi compañera Trinidad Navarro recibió de su madre tres pares de calcetines. Un día que fue al pueblo a oír misa le dijo a la señorita Laura que tenía mucho frío en los pies. Al preguntar Laura que por qué iba sin calcetines, ella dijo que no tenía -cosa que a Laura le sorprendió mucho-. Le preguntó y la niña contestó: "Los tiene puesto el Señor de la Pollinica".
-Y ¿eso? -preguntó Laura.
-Es que me dio mucha pena porque el Señor tenía los pies helados.
Si hoy existiera -no digo ya la inocencia pero sí el cariño hacia lo que representa cada paso de los que procesionamos fuese así de sentido- podríamos decir que esta conmemoración vale la pena celebrarla. Es la auténtica devoción.
Que tras el lujo de cada trono se note la entrega de los cofrades que lo portan y de los acompañantes que los aplauden.
Hay quien puede pensar en un derroche en tiempos de carestía, pero me he informado y cada hermandad tiene un proyecto de ayuda a los más necesitados. También, en mi corto entender, pienso que detrás de la confección de todo lo que vemos existen talleres de todo tipo que da trabajo a muchísimas personas.
Pienso que si no existieran estas manifestaciones de religiosidad quizás estaríamos más olvidados de lo que estamos de Dios y su entrega por nosotros.
En fin, mi deseo es que la Semana sea Santa para todos.
16-04-2011 13:41:36 M. Angeles.lopez dice:
ResponderEliminarJosé, si se dice eso es con toda razón.No lo había oido nunca, más pensándolo un poco ¿Puede ser por el acompañamiento de los niños?. Es que el domingo de Ramos es la mejor catequesis para ellos. Como buen perote ya sabes cual es su casa durante todo el año.Para nosotras esta imangen, fué na compañera más.
16-04-2011 10:49:46 M. Angeles.lopezaa dice:
Pues si, José Luis, efectivamente éramos asi de inocentes. Algo asi´es lo que pasó. ¿Pero verdad que no deja de ser entrañable?. Un afectuoso saludo.Gracias por el comentario. Me olvidaba. Fíjate en la foto. No se´si conoces Álora pero puedes ver un castillo al fondo. Es muy interesante, ya te contaré.
16-04-2011 10:43:32 Maria angeles Lopez dice:
Estimado amigo Totero. Entre Álora y Tenerife hubo seis años en Málaga.Y mira lo que van aquí. Pues quizás sea una patología sin solución pero los 14 años viviendos en ese pueblo, me pueden. Mi pensamiento me traiciona y cuando intento olvidar un poco no puedo. En esa crúz grabé mi nombre hace muchos años.¿Será ese el motivo?. Un abrazo y feliz semana.
16-04-2011 01:25:14 Jose dice:
Se dice que la Pollinica es la cantera de la Semana Santa; ahora veo que también lo es de las almas buenísimas.
15-04-2011 22:33:11 Jose Luis Delgado dice:
Amiga Angeles. La ternura e inocencia de tu amiga Trinidad, me hizo recordar la del personaje de Pablito Calvo en la película "Marcelino Pan y Vino", ¿recuerdas?. Desde Argentina, un abrazo.
15-04-2011 22:12:50 Totero dice:
Querida amiga: Aunque vives a caballo entre Tacoronte y Álora, pienso que es Álora quién se lleva la mejor parte, porque creo que tu alma aún sigue prendida de las cumbres del Hacho... Un abrazo