sábado, 14 de abril de 2012

Una malagueña ilustre y desconocida

15-10-2010 12:22

Conviví con la señorita Laura Aguirre Hilla durante doce años. Nació en Málaga el 23 de febrero de 1901 y fue un ejemplo de humildad y entrega a los necesitados. Miembro de una familia adinerada, hija del abogado Francisco Aguirre Llario de Tejada, pudo ser una persona favorecida en la sociedad por la posición y cultura que tenía. Sin embargo, tras un momento crucial, decidió entregar su vida a Dios y a los más desfavorecidos, siendo la acogida de niñas huérfanas de posguerra la misión que eligió humilde y calladamente en el pueblo de Álora, desde 1950 a 1986, que fue cuando murió.

Ahora esa obra es continuada por una comunidad de religiosas que tomaron el relevo de su gran hazaña. ¡Pregunten a todos los vecinos de Álora y sus alrededores! ¡Éstos sí saben de ella! Estoy recogiendo buena parte de su historia en el libro 'Una vida para los demás', que continúa en periodo de elaboración.

Mujer Malagueña, ¡así! con mayúscula. Es hora de que se sepa en toda Málaga que hemos tenido entre nosotros a personas con este carisma y yo, en particular, lo quiero hacer constar en estas líneas sobre una mujer ejemplar. Debemos sentirnos orgullosos de estos seres nacidos en nuestra tierra y hacer que su luz no se apague.

Los medios recogen cualquier información; noticias de todo tipo, pero tenemos la tendencia a no dar importancia a estas personas que se dedican a hacer el bien de una manera humilde y callada, y son pocos los que se interesan por estas cosas. Hoy en día "esto no vende"...

Yo me he permitido, pues se lo debo, hablar de ella y hacer de enlace de todas esas niñas que en esos años compartimos una etapa de nuestra vida bajo su mismo techo, siendo portadoras de sus enseñanzas.

Recojamos estas, aunque con efecto retroactivo, y echemos campanas al vuelo celebrando la labor encomiable de una malagueña tan digna de mención. ¡Que se le conozca! ¡Que enseñemos a nuestros hijos que estos seres existen!

Cuando te pregunten por un ángel, ponle ese ejemplo de personas que se entregan a Dios a los demás y que, cuando se marchan, nos dejan una estela a seguir.

Debido a los años durante los que he convivido con ella no puedo impedir que en mi vida esté siempre presente. Me enseñó una frase de San José María Balaguer de la que era fiel seguidora, que me la dejó cómo tatuada. "Señor, que quien me mire te vea". Nos decía a nosotras, 'sus niñas': "Sois la realidad de hoy y la esperanza del mañana". Así, o con palabras similares, nos indicaba que teníamos que ser mujeres de bien.

Yo, cuando estoy con los grupos de niños, les digo algo muy parecido. Estoy convencida de que ellos serán nuestros gobernantes, sacerdotes, políticos, padres de familias, e incluso presidente de la nación... ¿por qué no? Algunos santos. Los animo a que estudien y se preparen para ello con todo su esmero, pues de ellos va a depender el bienestar del futuro. Me miran con los ojos muy abiertos como no comprendiendo su significado. Ya lo entenderán; cuestión de tiempo.

Sólo me queda por decir que a Málaga se le conozca también por la ejemplaridad de todos estos ángeles que han pasado revoloteando tan cerca de nosotros y no hemos tenido la oportunidad de conocer su maravillosa obra hecha, solo y únicamente, que no es poco, por amor a Dios y al necesitado.

1 comentario:

  1. 16-11-2010 19:05:52 Maria Antunez dice:
    Con el tiempo me casé, después tuve problemas en mi matrimonio. Ella, como una buena madre, nos dio muy buenos consejos e intentó ayudarnos, pero falleció y no le dio tiempo. Pues desde su muerte me encomendé a Dios por medio de ella. Justo tres meses después de morir mis problemas se arreglaron, yo estoy segura de que ella rogó a Dios por nosotros.

    10-11-2010 23:12:01 Antonia Alvarez dice:
    Fui una de las niñas de la señorita Laura. Ingresé en el colegio con 14 años. Recuerdo a Laura por su bondad, su inmensa dulzura y su humildad. Se me viene a la memoria un día en que la acompañé al pueblo y no teníamos dinero para comprar comida, pero ella nos dijo que rezáramos porque la divina Providencia nos ayudaría y cuando llegamos al pueblo sucedió: una señora nos dijo que la acompañáramos a su casa y una vez allí tanto esa señora como las vecinas de ésta nos obsequiaron con comida. Siempre he tenido en cuenta tus enseñanzas. Un abrazo Laura.

    07-11-2010 12:33:41 Maria angeles Lopez dice:
    Amigo Lucas. Me alegra recibir su testimonio. Como puede ver, van llegando a ete escritos comentarios de personas que pudieron conocerla. Niñas, hoy mujeres que se sienten muy felices de haberla tenido como a una madre. Y otras que su ejemplo lleno de virtudes les marcó. Me alegro de que sean capaces de hacerlo público. Ella se lo ha ganado y todos la recordamos muchisimo. Gracias a todos/as por participar.

    06-11-2010 19:12:41 Lucas Lopez dice:
    Muchas veces vi a la Srta. Laura, pues cada vez que tenia que arreglar algunos papeles para su "niñas", iba a la oficina y me preguntaba dónde estaba el Sr. Lomeña. Con qué gusto le atendíamos. Cuando se marchaba todos quedamos hablando de su bondad y dedicación a ayudar aquellas niñas tan necesitadas.

    25-10-2010 11:10:48 Matilde Perez Garcia dice:
    Soy de Álora, conocí a Laura durante su estancia alli y su ejemplo es admirable. Además ocurre que el conocimiento de esta mujer arrastra y pone en funcionamiento sus enseñanzas que, como se ve, no son otras que seguir a Dios vivo en los más necesitados.

    19-10-2010 15:12:06 19 10 2010 Isabel Aranda dice. dice:
    Al leer las vivencias de la autora vuelvo a revivir en cada linea el tiempo tan maravilloso que viví con mis compañeras en el colegio de Flores y no puedo explicar con palabras la bondad y del cariño que estuve rodeada porque entre nosotras convivía una santa que lo dio todo por sus niñas. Gracias, señorita Laura. , Te recordaré siempre.

    16-10-2010 13:06:19 Maria del Mar dice:
    Soy hija de una de las niñas que acogió la señorita Laura y mi madre sólo habla cosas buenas de ella, una mujer humilde y de buen corazón. La autora de este articulo demuestra lo agradecida que está a esta señora y hace lo más importante de todo, que nunca se olvide su memoria.

    15-10-2010 17:13:12 Jose dice:
    ¡Qué difícil es que en esta sociedad de prisas y olvidos alguien reconozca el bien que se le hizo aunque haya pasado tanto tiempo! La autora de este artículo encierra debajo de sus letras a una persona de enorme riqueza espiritual y mucho de la grandeza de espíritu que le inculcó Laura Aguirre.

    15-10-2010 17:05:11 Mari Angeles dice:
    Soy de Álora y puedo corroborar todo cuanto nos cuenta la autora del artículo. La señorita Laura dedicó toda su vida a ayudar a personas muy necesitadas. Dejaba una estela de bondades por donde quiera que pasaba.

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