martes, 17 de abril de 2012

El valor de la amistad

11-06-2011 12:53

Un grupo de amigos nos reunimos hace unos días para celebrar una convivencia en la Victoria de Acentejo. Este pueblo del norte de Tenerife queda muy cerca de mi casa. Dicho así puede parecer lo que no es. Me explico: Tacoronte, el Sauzal, la Matanza de Acentejo y la Victoria de Acentejo son pueblos muy cercanos entre sí.

La convivencia ha venido de la mano del final del curso de la catequesis. Se ha celebrado en una finca donada a la iglesia con fines sociales y religiosos. De momento me dicen que son los salesianos los que la administran. Su finalidad y dedicación es celebrar en ella reuniones y convivencias de jóvenes y catequistas.

En este ambiente entre opiniones para ver cómo coordinar nuestra labor se ha demostrado la hermandad y compañerismo existente compartiendo de forma muy distendida la alegría del momento, y con el goce y disfrute del lugar elegido para celebrarlo todo ha resultado entrañable. El tiempo se hizo nuestro aliado, día espléndido.

El pueblo es como todos los pueblos del norte de la isla de Tenerife. Acariciado por los vientos alisios, su paisaje verde; la superficie se asienta en una alfombra oscura que da la tierra volcánica.

Calles empinadas, casas de colores variopintos y rejas que encierran tras ellas muchas vidas e historias entrañables no contadas.

Esas calles estrechas que de una u otra manera nos llevan hasta la iglesia o al ayuntamiento Son paisajes de película. Se empinan hacia arriba para alcanzar la cumbre del Teide que algunos días de invierno tocado con la pincelada blanca de la nieve y esa bruma húmeda, le da personalidad e identidad como dice la copla: lleva nieve en el semblante y fuego en el corazón.

Desde allí los rezos llegan al cielo, los recogen la Virgen del Cobre, Santo Domingo y San Juan.

En la Victoria hay que degustar su vino. Vino del monte que acaricia las brisas atlánticas y es regado por el sudor de hombres anónimos que dan a las cepas lo mejor de ellos mismos.

Las cepas les corresponden generosas con un vino que alegra el alma a quien se lo acerca desde la copa a la boca.

¿Desconoces este precioso rincón canario? Hazle una visita. Quedarás ilusionado. No olvides una cámara de fotos para inmortalizar éstas imágenes En tus próximas vacaciones.

1 comentario:

  1. 11-06-2011 21:55:36 Maria angeles Lopez dice:
    Es verdad que el paisaje y las vistas son panorámicas hacia el Átlántico tanto como hacia el Teide. El progreso ya tomó posesiones en el Valle de la Orotaba, El Puerto de la Crúz pero para realzar "según mi opinión", su belleza. Costumbres y tradiciones son muy cuidas. Un afectuoso saludo.

    11-06-2011 21:46:51 Maria angeles Lopezan dice:
    Me alegra que lo conozcas, así reafirmas lo que digo. Mi pesar - como el de todo canario es el tamsporte. Pero si lo miro desde otro punto. Ahora todos podemos viajar en avión, Antes era impensable. Por mar tardábamos mucho y el Ernesto Anastasio era raro cuando no hacía la travesía con una via de agua. Ven cuando lo desees. Saludos y gracias por tu comentario.

    11-06-2011 20:34:37 JOSE LUIS DELGADO dice:
    Hermosa evocación la que haces del lugar. Pareciera que el progreso con su acción transormadora, a Dios gracias aún no cambió su fisonomía, conservandose intacta hasta el momento la esencia natural de su paisaje y las tradicionales costumbres de sus gentes. Desde Argentina, un abrazo.

    11-06-2011 19:14:54 Totero dice:
    Querida María Ángeles: Te diría que me esperases en la proxima reunión, porque conozco el sitio y desde luego es tan delicioso como dices. Pero tú vives al sur del sur y desde aquí no se llega, ni en un rato ni en guagua. Un abrazo

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