Acababa de cumplir 9 años cuando ingresé en el colegio. Tú llegaste un poco antes que yo. Sólo unos años de diferencia hacían que fueras nuestra hermana mayor. Te recuerdo, guapa, rubia, ojos claros y muy salerosa.
Sobrevivimos gracias a estas mujeres que sin mas interés que el de agradar a Dios nos cuidaban. Quizás ahora que la película de tu vida ya te ha sido presentada, puedas recordar también el cariño que existía entre nosotras. No nos comíamos un caramelo, una fruta, tal vez un pan de higo -que una señora amable nos regalaba-, sin compartir, tocando un poquito para cada una.
Cuántos miedos reprimidos provocados por esos ruidos extraños ¡Qué largas aquellas noches en vela vigilando lo que pudiera suceder hasta que el sueño y el cansancio nos rendían! Muchas lágrimas ocultas tras el llanto silencioso debajo de las sábanas.
Esas visiones infantiles de fantasmas que veíamos tras las sombras producidas por la interposición de los árboles y la luz de la luna. "A veces -como cuenta María Martín desde Ecuador-, era tanto el miedo que sólo ver su propia sombra proyectada en la pared, la tenía aterrorizada. Noches de tormentas".
Las otras personas, los vecinos del pueblo, se encontraban a dos kilómetros de distancia. Cuando miraban a Laura con 'sus niñas', sonreían felices de ver qué bien estaban, pero... ¿Qué podían saber de nuestro penar?
Nos enseñaron a sufrir, a saber llevar con dignidad nuestro internado, y lo consiguieron gracias a ese saber estar que nos inculcaron y aprendimos de su propio ejemplo. Nos hicieron adquirir unos valores humanos que hoy agradezco.
Ahora , querida amiga me desahogo contigo. Estás en otra dimensión y es muy posible que me comprendas. Te has liberado de esa parte material que es el cuerpo. Yo a esa liberación la llamo muerte.
Esa niña preciosa, de ojos claros y trenzas doradas que conquistó el corazón de Laura, que gracias a ella dejó de recoger colillas, seguro que la ha encontrado en su camino y, tomándola de la mano, la ha presentado ante Dios y ahora estarán compartiendo el premio de lo buenas que han sido en su paso por este mundo.
Un abrazo de tu compañera M. Ángeles.
31-12-2010 18:29:59 Maria angeles Lopez dice:
ResponderEliminarEstimados amigos. Tenia preparado otro artículo para esta fecha. La realidad inmediata se impone. Senti la necesidad de escribir esta carta omitiendo el nombre de mi amiga. Mas ella aparece en el centro de la foto, es la más espigada. Todo esto lo superé hace mucho, pues la vida me ha tratado muy bien. Pero el recuerdo está ahi. Somos humanos. Gracias y mis mejores deseos en este año que empieza para todos.
31-12-2010 16:46:58 Totero dice:
Tuviste la suerte de tener docenas de hermanas y eso da alegría, pero también mucha tristeza, cuando -como en este caso- se van...
31-12-2010 13:24:50 Jose Luis Delgado dice:
Angeles. Mi "sana envidia" junto con mi felicitación, pues nadie como tú sabe desnudar viejas penurias y convertirlas en cálidas añoranzas. Desde Argentina un abrazo.