Luna de febrero

05-03-2011 15:03

Me invitan a una cena de empresa para celebrar las jubilaciones de tres compañeras. Vamos por la autopista y, frente a nosotras, aparece una luna fantástica llena en toda su plenitud. Una preciosidad de cielo en esta noche de febrero. Empiezo a darme cuenta de cómo corre el tiempo, se marcha y desaparece a tal velocidad... Mas, recapacito y no es el el que se esfuma, somos nosotros. La naturaleza no nos ha provisto más que del movimiento de traslación y haciendo el recuento de mis años veo la realidad del hecho.

El primer recorrido de mi vida se me hizo eterno. La segunda etapa pasó casi sin darme cuenta y ahora, con mas reposo, ya veo el paisaje que corre ante mis ojos sin poderlo detener. A partir de ahí siento el vértigo, y quiero aprovechar todo lo que este viaje me ofrece.

La luna me motivó para pensar durante el camino y me dije: ella nos lleva ventaja a los humanos, está programada con dos movimientos, rotación y traslación. Mientras que nosotros tenemos una sola oportunidad, traslación. Sólo tenemos una ocasión de ver el mundo, no podemos rectificar.

Así que me dije: "Pues, Ángeles, aprovecha este tiempo que te queda lo mejor que puedas".

Y llegando al sitio empezamos nuestro encuentro con todas la compañeras que iban entrando gradualmente. Siempre están las que tardan un poco más. Salón preparado con todo esmero. No parecía lo que había sido, un antiguo cuarto de labranza. En el norte de Tenerife se están dedicando a transformar estos lugares en sitios para celebraciones, dando ocasión a que en medio de la naturaleza con el Teide de fondo sea muy agradable la estancia.

Allí nos encontramos y fui de nuevo repasando mis años de trabajo compartido con todas ella. Casi no pongo cuidado a la comida. Tomo varias fotos de recuerdo. Siento una satisfacción enorme. Qué bueno poder tener ese tipo de hermandad que dan los años pasados juntas. Esa es una de las mejores partes de haber trabajado muchas horas diarias compartidas en la lucha por el sustento de la familia.

En 1968 inicié mi labor en esa empresa. Recuerdos de juventud, recuerdos de esos niños que fuimos atendiendo, educando hasta verlos mayores. Niños a los que hemos querido de una forma entrañable, los que siempre acudían a nosotras como su verdadera familia dispuesta a ayudarlos en todo, compartiendo todo tipo de actividades donde lo pasamos muy bien. Excursiones realizadas, obras de teatro, cantidad de celebraciones y tantas anécdotas vividas junto a ellos. Se marchaban y volvían casados a presentarnos a su nueva familia. ¡Qué orgullosos ellos y qué orgullosas nosotras!

Unas antes, otras después, hemos ido dejando el centro donde se forjó nuestra amistad. Considero una gran suerte en mi vida esta etapa. Trabajamos mucho pero con el orgullo del deber cumplido. Sólo deseo que los que nos siguen puedan contar las mismas experiencias, pues feo luce el panorama.

A las que se han jubilado, felicidades. Esto quiere decir que después de esta etapa que cerramos empezamos la principal, la que nos llevará a la meta. Una nueva etapa llena de ocasiones para darnos ese caprichito que antes no hemos tenido. ¡Es el tiempo de descansar con el mayor disfrute posible! Si es que la diosa fortuna nos sigue acompañando.